Un futuro minero en el océano

El océano profundo podría ser una fuente clave para la obtención de metales necesarios en la construcción de baterías y otras tecnologías esenciales para combatir el cambio climático. Los defensores de la minería submarina argumentan que ciertas áreas del lecho marino, como la Zona Clarion-Clipperton en el Pacífico, son ricas en nódulos polimetálicos que contienen manganeso, cobalto, cobre y níquel, elementos utilizados en las baterías de iones de litio de los vehículos eléctricos actuales.

El dilema ecológico

Sin embargo, la minería en el océano profundo es objeto de controversia debido a la incertidumbre en torno a su impacto en los ecosistemas marinos. Los nódulos polimetálicos son el hogar de una gran diversidad de vida, desde corales y pepinos de mar hasta gusanos y pulpos dumbo, además de innumerables criaturas aún por descubrir. Los científicos temen que las operaciones mineras puedan alterar la vida silvestre e incluso el almacenamiento natural de carbono debajo del lecho marino al remover los sedimentos.

La regulación de la minería submarina

La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA), un grupo de la ONU, se encarga de gobernar las aguas internacionales y la minería en el océano profundo. La ISA ha estado desarrollando un código minero para operaciones comerciales, aunque algunas empresas ya desean comenzar a explotar estos recursos. Recientemente, la ISA ha celebrado reuniones para abordar la situación, y se esperan acciones clave en torno a la minería en el océano profundo este verano.