Triunfo épico de Lucas Pouille

El torneo Roland Garros ha sido testigo de la primera gran sorpresa de la temporada: la emocionante victoria de Lucas Pouille, quien ha pasado por la depresión y el alcoholismo hasta la aclamación de la audiencia en París.

Pouille (Grande-Synthe, Francia, 1994) culminó su ‘resurrección’ con una victoria dramática por 1-6/7-5/6-0 sobre Juri Rodionov en la tercera ronda de la fase previa. Con un ránking bastante bajo (N.º 670), fue invitado al torneo y eliminó a TsengChun-hsin y Tomáš Macháč. Este es un recorrido sorprendente para alguien que una vez saboreó el top-10, solo para que su sueño se desvaneciera por lesiones, alcoholismo y depresión.

Ascenso meteórico y caída abrupta

Pouille debutó profesionalmente en 2011 y ascendió rápidamente a la élite del tenis. Logró entrar en los cuartos de final de Wimbledon, derrotó a Nadal para alcanzar los octavos de final del US Open y se enfrentó a Djokovic en las semifinales del Open de Australia de 2019. Sin embargo, las lesiones frecuentes y la presión resultaron en una caída en el ránking y un descenso a la depresión y el alcoholismo.

En una entrevista con L’ Equipe, Pouille describió 2022 como su año más difícil. Pasaba noches en vela y luchaba contra el alcoholismo. Finalmente, decidió hacer un cambio radical por su salud mental.

Regreso a la cancha con renovadas esperanzas

Este año, Pouille regresó al circuito Challenger con la intención de darlo todo por un último intento en su carrera profesional. Con el apoyo de su padre y su hija, ha recuperado su pasión por el tenis y aspira a participar en los Juegos Olímpicos de París.

Su regreso emocionó a la multitud en Roland Garros, quienes lo aclamaron con La Marsellesa y una ovación tras su victoria en la ronda final de la fase previa. Los fanáticos están ansiosos por ver su debut en el escenario más importante del tenis francés a partir del próximo domingo.