La sequía que ha azotado a la península durante nueve semanas consecutivas ha tenido un respiro. Gracias a las recientes precipitaciones, los embalses han logrado reponer sus niveles, alcanzando el 47,5% de su capacidad total, un incremento de 0,1% respecto a la semana anterior, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica.

Un aumento esperanzador

Durante la última semana, la reserva hídrica española ha logrado almacenar 26.648 hectómetros cúbicos de agua, un aumento de 60 hectómetros cúbicos comparado con la semana anterior. Atribuido principalmente a las precipitaciones, este aumento marca un cambio significativo después de nueve semanas de descensos continuos. El último aumento registrado fue hace 105 días, el 28 de marzo.

La borrasca Oscar es la principal responsable de este alivio, como afirmó Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Aunque las lluvias afectaron a toda la península, Vigo fue la ciudad más beneficiada, con 83,3 litros por metro cuadrado, según el Ministerio.

Un panorama aún desafiante

A pesar de este ligero incremento, la situación de los embalses continúa siendo preocupante. En comparación con el mismo período del año pasado, los embalses mantenían una capacidad del 48,23%, equivalente a 27.050 hectómetros cúbicos de agua.

La media de la última década para esta misma semana refleja una capacidad del 67,12%, correspondiente a 37.631 hectómetros cúbicos de agua. A nivel regional, las cuencas del Guadalquivir (24,1%), Guadalete-Barbate (24,4%), las cuencas internas de Cataluña (27,6%) y Guadiana (31,6%) son las más críticas.

En contraposición, las cuencas del norte peninsular son las que más recursos hídricos acumulan, destacando las del Cantábrico Occidental (90,6%), las internas del País Vasco (81%), la del Cantábrico Oriental (87,7%) y Galicia Costa (78,5%). Aun así, la llegada de las lluvias trae consigo un mensaje de esperanza para los embalses españoles.